La temperatura consiste en el movimiento de átomos y moléculas.

Este movimiento (p.ej. de las moléculas en un líquido) provoca colisiones constantes con otras moléculas. Estas colisiones frecuentes provocan que el movimiento de las moléculas de líquido se vuelva totalmente aleatorio, eliminando cualquier estructura ordenada. La intensidad y la velocidad de este movimiento vibratorio a nivel molecular dependen de la temperatura y la viscosidad del líquido. Una temperatura elevada significa un mayor movimiento.

Si el líquido contiene una partícula, dicha partícula también recibe los impactos constantes de las moléculas del líquido, por lo que también se ve sometida a vibraciones. No obstante, la velocidad de vibración de esta partícula también depende, además de la viscosidad y la temperatura del líquido que la rodea, de su propio tamaño. En este caso, la densidad y la masa de la partícula no tienen ninguna influencia.